No cabe duda de que la realidad virtual (o VR, por sus siglas en inglés) está abriendo un camino lleno de nuevas oportunidades laborales e industriales, y también está claro que lo mejor está por venir.
Según un informe de The App Date, durante el año 2016 se vendieron 105.000 gafas de realidad virtual en España, pero este tipo de tecnología no ha hecho nada más que despegar. Los expertos calculan que en el año 2020 habrá 100 millones de usuarios en todo el mundo, convirtiéndose en una herramienta totalmente integrada en el día a día.
Está claro que la realidad virtual ha llegado para quedarse y ya ha empezado a revolucionar muchos sectores, como el de los videojuegos, la moda, la ingeniería o la formación. La arquitectura no iba a quedarse atrás, así que los estudios más pioneros ya han incorporado la VR en sus proyectos.
La realidad virtual ofrece muchas oportunidades, tanto desde el punto de vista personal y laboral, como de cara a la captación de nuevos clientes. A las personas formadas en arquitectura les resulta sencillo imaginar y visualizar en su mente un espacio a partir de algunos trazos en dos dimensiones, así como recorrerlo mentalmente y recordarlo.
Los clientes, en cambio, no manejan los mismos códigos y se pueden encontrar con muchos problemas a la hora de interpretar planos o recreaciones, aunque estas sean en 3D. Poseer este tipo de tecnología y utilizarla de la manera adecuada es una gran ventaja competitiva frente a otros estudios de arquitectura.
La realidad virtual permite, por ejemplo, visitar una vivienda a reformar, sin estar terminada, o visualizar completamente un nuevo proyecto. Esto logra que los clientes ‘vean’ lo que está en la cabeza del arquitecto y les facilita la tarea de tomar decisiones ya desde las primeras fases, antes de que el proyecto se ejecute en la realidad o antes de que sea demasiado tarde para hacer según qué cambios. En definitiva, crea una experiencia sensorial que deja obsoleta cualquier representación anterior.
Lleva la realidad virtual a tu estudio
Con la incorporación de la VR vienen asociadas nuevas profesiones y nuevos perfiles técnicos altamente especializados en el uso de la tecnología necesaria.
Para llevar a cabo estas representaciones totalmente inmersivas es necesario formarse en el manejo de software específico de modelado 3D (como 3D Studio, Revit…) y en software de renderizado, que normalmente tienen su origen en el mundo del videojuego, que da la oportunidad de inmersión en la obra, hasta el punto de observar el comportamiento de la luz, y la capacidad de interactuar con el entorno.
El mejor software de este tipo es Unreal Engine 4, todo un referente a nivel mundial, que permite el trabajo a tiempo real y que además es gratuito. A esto habrá que sumar el hardware: con unas gafas de VR, los clientes recorrerán pasillos, visualizarán el entorno de la obra y se harán con una idea fidedigna de lo que están contratando.